Evolución de las medidas de protección ante la violencia de la mujer.

La violencia de género, se define como aquella conducta consciente que se ejerce de un sexo hacia otro, lo anterior para dañar física, psicológica, sexual o emocionalmente, atentando contra la integridad y la libertad que se tiene por el simple hecho de ser de determinado género, en el caso que nos ocupa se trata del género femenino.  Ahora bien, las preguntas que nacen de esta definición son: ¿Por qué se ha considerado como el sexo débil a la mujer? ¿Por qué se han visto vulnerados los derechos de las mujeres? ¿Existe actualmente la igualdad de género?

De lo antes citado, se puede observar que este tema no es reciente, ya que se nos ha enseñado a través de la historia que el patriarcado ha sido la figura principal de la familia desde épocas prehispánicas, en el cual la mujer siempre se encontraba sometida a la palabra y decisión del hombre obviamente reflejando una desigualdad social cotidiana y de lo más normal, e incluso se aprobaban conductas denigrantes hacia la mujer tales como el dominio sobre ésta donde se podía maltratar, vender y castigar como si fuera un objeto más.

Cabe resaltar, que el mal trato hacia la mujer se fue normalizando e incluso haciéndolo obligatorio en algunas tradiciones, costumbres y religiones, incluso la religión ha sido un punto importante del modelo patriarcal, por ejemplo en el Corán se estipula que es un deber del hombre pegarle a la esposa rebelde (refiriéndose a cualquier tipo de actitud que el pueda considerar como desobediencia) y en caso de llegar a fallecer ésta, el esposo es exonerado de toda responsabilidad penal, ya que solo se trataba de una golpiza con fines “educativos” por lo que acciones como ésta desensibilizaron tanto a la sociedad al grado de normalizar o no darle importancia a las violaciones, abusos sexuales, e incluso feminicidios.

Es necesario precisar que, la definición: “feminicidio” es un paso importante en la atención que se ha exigido a nuestros derechos, una definición que individualiza una acción en contra de una y de muchas, en México esta definición se formó en la época de los noventa, principalmente en Ciudad Juárez, Chihuahua,  una ciudad donde desafortunadamente la violencia hacia la mujer crecía de manera impresionante, donde la mujer por el simple hecho de serlo se sentía aterrada, por lo que surge, el darle un nombre al atroz acto en contra de la mujer, se le dio un nombre al crimen.

Por lo tanto, el feminicidio era una forma de hacernos ver ante el Estado, quien en ese entonces ignoraba al grado de no existir acciones para prevenir, erradicar y proteger a la mujer y que una vez desarrollado dicho concepto, dio como resultado el impulso para dicha tipificación en diversos Estados.

Ahora bien, se puede cuestionar lo siguiente: ¿De qué otra manera ha evolucionado la protección de la mujer ante una situación violenta? La violencia en contra de la mujer no necesariamente debe llegar al feminicidio, tenemos diversos tipos de violencia como lo son: violencia psicológica, violencia física, violencia económica, violencia obstétrica, violencia moral entre otros tipos de violencia que día a día alguna mujer vive en su trabajo, en su casa o en la calle.

Por otra parte, las diversas organizaciones feministas y mujeres de manera individual han peleado por una protección a los derechos fundamentales de la mujer, y dentro de estos derechos está el poder vivir sin violencia y en armonía, se ha luchado por la aprobación de diversas leyes que dan cierto respaldo al género femenino.

Una forma de prevenir estos delitos, es la creación o profundización de leyes, de manera que se proteja más a la mujer, armonizándolo con Organismos y tratados Internacionales de los cuales México es parte, cumpliendo con una protección más amplia y efectiva. Otra forma, es el empoderamiento de la mujer en diversos ámbitos, pero sobre todo en el económico, ya que de esta manera ya no dependerían económicamente del marido por falta de ingresos o por sueldo insuficiente.

 Por último, se deben fortalecer las políticas públicas que favorezcan la inclusión de la mujer en igualdad de oportunidades, implementar programas de tratamiento de víctimas, ampliar la oferta de los servicios públicos para las mujeres, reformar el sistema judicial,  actualizar la política educativa con perspectiva de género, crear centros de ayuda para las mujeres, donde se les brinde un tratamiento integral, con asistencia psicológica, legal, médico y se les pueda dar una  oportunidad de acceder a un empleo con el cual puedan valerse por sí mismas, lo antes citado, solo son unos cuantos puntos que se deben trabajar para procurar erradicar la violencia en contra de la mujer.

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